Y morirme contigo si te matas, y matarme contigo si te mueres. Porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren.
domingo, 15 de septiembre de 2013
Fue tan rápido que no pudo decir como ocurrió. Dentro de ella había dudas, dudas que la mataban por dentro. Dudas que debía ocultar para no hacer daño a nadie. Dudas que solo ella podía resolver. Dudas que eran tan fáciles como complicadas y tan verdaderas como falsas. Dudas contradictorias. Dudas existencialmente inexistentes. La estaban destrozando, pero eran unas bonitas dudas, dulces dudas olor a miel.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario