martes, 6 de enero de 2015

Tocado y hundido

Le quise como a ninguno, de verdad, lo hice.
Le di todo lo que tenía y más, mejoré por él.
Y la verdad es que dolió cuando lo supe. Dolió tanto que incluso le odié. Y ahora me viene con que estaba equivocado, con que está feliz a su lado, cuando hacía solo dos días me decía que yo era la mujer de su vida. ¿Eso es amor para ti? No me engañes joder, no te engañes. No digas que eres feliz así cuando me mirabas y ardías de amor. En realidad es patético, es patético fingir que has olvidado a la persona por la que has dado tanto, que cada vez que te miraba a los ojos derrumbaba todas tus defensas. Es patético fingir que has olvidado en dos días, cuando me ves y te agarras a ella por joder, cuando haces todo lo que haces para dañarme. Se nota a kilómetros que piensas en mí, que cuando me puse al lado fingiste ser feliz, que todo lo que dices sentir, es por mí.
Y ahí está lo más gracioso, que necesitas montar todo este teatro porque piensas que así me voy a arrepentir, y yo en cambio no necesito nada para saber que algún día te acordarás de mí y te sentirás como un gilipollas por haberme perdido por completo.
Sabes? Por mucho que me duela verte con ella, ya no siento tu ausencia, de hecho ya me he acostumbrado a estar sin ti, y soy feliz, sí. No niego que te quiera, porque todavía lo hago, no todos olvidamos tan rápido el pasado, pero no quiero que vuelvas. 

Dime si me equivoco, porque si lo hago, das asco, por mentir, por hacerme pensar que eras el adecuado.

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