sábado, 20 de junio de 2015

Quédate conmigo.

Sé que no tengo derecho a pedirte que te quedes, pero no te vayas.
Me acostumbré a trasnochar a tu lado y a dormir con tu risa taladrandome la cabeza. A estudiar con tu vocecilla de fondo cantando canciones que no conozco, y que a pesar de desafinar, suenan tan bien.. A levantarme y ser mis buenos días y a acostarme y darme unas mejores noches.
Me acostumbré a ti como un niño a su peluche favorito. Como un yonki a su droga. Como un pájaro a volar. Como un pez al mar.
¿Y dime qué va a ser de mí si me faltas? Dime que voy a hacer sin tus insultos cariñosos, sin las películas de miedo compartidas, sin los sueños a medias, sin las promesas, sin tus interrupciones o sin ese día al mes que daba gracias por haberte conocido.
Por desgracia ha pasado el tiempo, y todas esas preguntas que me hacía han obtenido respuesta con tu partida. ¿Y que hago ahora sin ti? Supongo que acostumbrarme a vivir así, y a pesar de tu ausencia, ser feliz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario