Ya no vale la pena hablar de amor. Porque ya ha desaparecido. Ya no está en mi vida, mi corazón está vacío. Las palabras ya se las ha llevado el viento y los recuerdos ya no importan tanto como ayer. Ya no vale cada detalle. Porque ya no siento, ya no quiero, ya no te espero. Mis palabras ya no esconden tu recuerdo. Mis sonrisas ya no son por ti. Asi que dejemos de hablar de amor, si ya no sabemos que se siente. Todo lo que digamos ahora no valdrá de nada, porque realmente no lo sentiremos. Ya no sentiremos las mariposas en el estómago, ni el dolor, ni las lágrimas por amor. Seremos polvo en polvo, dejándonos arrastrar por el viento y esperando a que alguien nos haga resurgir de entre nuestras cenizas.
Ahora solo recordaremos que hemos perdido una parte de nosotros, solo recordaremos que hemos perdido eso que nos hacía levantarnos por las mañanas, eso que daba sentido a la vida. Lo único que conseguiremos será autodañarnos, por no haber sido valientes, por no haber seguido, por no haberlo dado todo. Y, a día de hoy, sigo sintiéndome culpable. Por no haberlo intentado por pasiva y por activa. ¿Que lo intenté? Sí, no te imaginas lo muchísimo que lo intenté, pero quizás no lo suficiente, o quizás, simplemente, no estamos destinados a estar juntos.
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