martes, 14 de enero de 2014

Se quebró mi vida.

Hoy no vengo a hablar de ti, ya no, hoy no.
Tengo miedo a fallar. Tengo miedo a no cumplir mis metas. Cada vez veo mis deseos más lejanos, cuando según los demás están muy cerca. Duele ver que no eres especial, que hay más. Porque reconozcámoslo, en el fondo todos queremos destacar. Pero lo que más temo es fallarme a mí misma, sería la mayor decepción de todas. Tengo miedo de perder la batalla contra mí misma. Si no me gano a mí...no ganaré a nadie. Si no me supero, y la vida va de crecee y de superaciones...de que vale ocupar sitio?
Me miro en el espejo y veo ojos cansados. Cansados de soñar y no vivir sueños. Veo marcas de batallas, marcas que nadie más puede ver, marcas que para mí son tan visibles y para los demás tan irreconocibles... Pero no veo a la chica fuerte que parezco. No me encuentro. Me he escondido. Me he asustado. Quizás sea más grande el miedo a fallar que el de amar. Y esque en eso de amar me he lanzado, a veces he vuelto a ser una cría y me he echado atrás pero siempre he vuelto al combate. Pero en el combate conmigo misma...ese es más difícil. Ahí están todos mis miedos y mis manías, todos mis defectos y mis fracasos. Ahí está la parte negativa. Esa que dice "soy más fuerte" y ya me saca del ring. Sí, tengo miedo a no llegar a ser lo que pretendo, porque lo peor de todo es que la única culpable aquí, soy yo.
Es gracioso que yo esté pensando en esto cuando en algún sitio del mundo simplemente piensan en conseguir comida, en tener casa. Pero ya sabes, cada uno tiene sus límites, y cada uno siente sus problemas tan grandes como les parece.
No sé tú pero he perdido la magia. No sé donde está, y quizás nunca pueda recuperarla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario