domingo, 10 de noviembre de 2013

Empieza a florecer mi vida lejos de ti.

Y al día despues ya estoy vacía de lágrimas, no de amor, no de recuerdos, no de ti, pero si de dolor. Duele, todavía duele, todavía no se ha cerrado la herida, sigues dentro de mi, controlando cada uno de mis sentidos, pero me rebelo, me rebelo y finjo ese dolor interno. Y cojo fuerzas para levantarme con ganas, y para seguir así todo el tiempo que pueda. A sonreir, que nos llegue la sonrisa de una punta a otra. Porque una sonrisa en esta vida de falsos sentimientos, es única.
Y a vivir, a vivir como estrellas. Si, siempre me ha gustado eso de ser una estrella. Naces, brillas todo lo posible y mueres. Y eso quiere el ser humano, nacer y desde ese día iluminar con tal fuerza que solo alguien como tu puede estar cerca, y el resto; los que producen dolor, los envidiosos, vamos, LA MIERDA EN VIVO Y DIRECTO; eses lejos, muy lejos.
Y que por fin el maremoto no deje daños.

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